miércoles, 13 de marzo de 2013

LA NATURALEZA DEL AMOR - Cristina Peri Rossi (Uruguay)







Un hombre ama a una mujer, porque la cree superior. En realidad, el amor de ese
hombre sefunda en la conciencia de la superioridad de la mujer, ya que no podría
amar aun ser inferior, ni a uno igual. Pero ella también lo ama, y si bien este
sentimiento lo satisface y colma algunas de sus aspiraciones, por otro lado le
crea una gran incertidumbre. En efecto: si ella es realmente superior a él, no
puede amarlo, porque él es inferior. Por lo tanto: o miente cuando afirma que lo
ama, o bien no es superior a él, por lo cual su propio amor hacia ella no se
justifica más que por un error de juicio.
Esta duda lo vuelve suspicaz y lo atormenta. Desconfía de sus observaciones
primeras (acerca de la belleza, la rectitud moral y la inteligencia de la
mujer) y a veces acusa a su imaginación de haber inventado a una criatura
inexistente. Sin embargo, no se ha equivocado: es hermosa, sabia y tolerante,
superior a él. No puede, por tanto, amarlo: su amor es una mentira. Ahora bien,
si se trata, en realidad, de una mentirosa, de una fingidora, no puede ser
superior a él, hombre sincero por excelencia. Demostrada, así, su inferioridad,
no corresponde que la ame, y sin embargo, está enamorado de ella.
Desolado, el hombre decide separarse de la mujer durante un tiempo indefinido:
debe aclarar sus sentimientos. La mujer acepta con aparente naturalidad su
decisión, lo cual vuelve a sumirlo en la duda: o bien se trata de un ser
superior que ha comprendido en silencio su incertidumbre, entonces su amor 
está justificado y debe correr junto a ella y hacerse perdonar, o no lo amaba, por
lo cual acepta con indiferencia su separación, y él no debe volver.
En el pueblo al que se ha retirado, el hombre pasa las noches jugando al
ajedrez consigo mismo, o con la muñeca tamaño natural que se ha comprado.

2 comentarios: